El dos de abril se
celebró el día mundial del autismo, creado para crear conciencia y educar sobre
esta condición con cual mucha gente vive día a día, creo que una de las cosas más urgentes e
importantes es derribar muchos mitos que hay en torno a él, mitos que
dificultad que estas personas tengan una vida plena e integrada, y que muchos
niños sean diagnosticados y tratados a tiempo.
En primer lugar el
autismo NO es una enfermedad, es una condición dada por la alteración de la interacción social, de la recepción de
estímulos, que causa problemas en la socialización e integración en la
sociedad, es tratable, no es un tratamiento fácil, único o simple (no hay una
“pastilla mágica), pero con un diagnostico a tiempo y un manejo adecuado por
especialistas adecuados el pronóstico no es malo. NO sabemos hasta los momentos
cual es la causa exacta (lo cual es una lástima) pero estamos claros que ni los
padres ni las vacunas tienen la culpan (¡VACUNA a tus hijos!). Las
manifestaciones no son todas iguales en todos los casos, de hecho es un
“espectro” autista, varían mucho, sienten y expresan afecto, solo que no le es
fácil a veces demostrarlo, no siempre son agresivos, no siempre son genios ni
siempre están por debajo del promedio intelectual.
Debido a ser una
condición relativamente común y compleja, es fácil caer en muchas “terapias” y
“remedios mágicos” que al final pueden causar más daño que beneficio, para ello
debemos tener claro que el neurólogo pediatra
es el especialista más indicado para el manejo integral de estos paciente,
nunca solo, siempre en compañía de un
equipo (terapistas, psicólogos, otorrinos, etc)
para una integración total de
estos niños en el colegio y la sociedad. Ante cualquier sospecha acude a tu
pediatra quien te referirá al neuropediatra, siempre recuerda diagnosticar a
tiempo es tratar a tiempo.

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